Este proyecto también pretende llamar la atención sobre el olvido del arte saharaui. Artistas saharauis quieren que este buque-insignia se convierta en la expresión permanente de los artistas ignorados, los pintores, escultores, poetas, escritores, músicos, etc., que no pueden dar a conocer su arte al mundo ya que están atrapados y encerrados en un desierto, lejos de su patria. La UNESCO (con sede en París) no se ha preocupado por defender la cultura y tradición saharaui, sin embargo, ha apoyado y sufragado proyectos que defienden las tesis colonialistas de Marruecos sobre el Sáhara. “EL BARCO DEL DESIERTO” quiere denunciar ese abuso por parte del país opresor y enemigo y ese olvido por parte del resto de la comunidad internacional.
La familia saharaui que viaje en el barco, llevará a París y a Estrasburgo las miles de cartas con dibujos de un barco que los niños saharauis dirigen a los dirigentes de la UNESCO y a los parlamentarios europeos. Quieren que todos ellos se comprometan a defender su cultura con todas sus expresiones artísticas, además de su causa política, que no es otra que el cumplimiento de las resoluciones de la ONU y del acuerdo de cese del fuego firmado por los dos bandos en guerra en 1991.
En cada escala en puerto, las asociaciones de amigos del pueblo saharaui ayudarán a instalar los paneles de la exposición de las pinturas, fotografías y otras obras de arte. Se realizarán ruedas de prensa, se invitará a los artistas de la región visitada, etc.
El productor, realizará la filmación de todos los momentos, desde su puesta en marcha hasta su destino.